La antología de toda una región
Juan Carlos Suárez Revollar
Desde sus inicios, cada región, en su camino de pueblos a pequeñas urbes y después a grandes ciudades, va viviendo hechos que se convierten en historia. Pero lo que recoge la historiografía, lo reproduce también la literatura en clave de ficción. Así, gracias a ella, vamos conociendo a los pueblos, en su génesis con los relatos orales (que incluso pueden remontarse a tiempos anteriores a la humanidad, o a animales u objetos animizados, de aquellos que fueran abordados por los relatos de Pedro Monge o Adolfo Vienrich; o, claro, también los mitológicos de Carlos Villanes Cairo o Gerardo Garcíarosales, estos últimos valiosísimos autores cuya obra ha recorrido otros derroteros) hasta formas estéticas sofisticadas y sólidas, como del también huancaíno Augusto Effio.
Lo regional puede entenderse como aquello que corresponde a un contexto geográfico, muchas veces restringido por límites arbitrarios; en otros, por caracteres comunes de idioma, creencias, aspectos étnicos, costumbres, o cuanto elemento adicional contribuya a unir a un grupo dentro de una misma identidad. Es dificilísimo reunir la totalidad de la literatura de una región, y mucho más si se trata de un lugar como Junín, con un crecimiento veloz. El intento de Isabel Córdova Rosas es brillante, pues recorre los años y los espacios geográficos en que vivieron y escribieron las decenas de autores cuya obra compone Literatura de Junín.
A través de sus varias ediciones —la primera se remonta a 1971—, este libro ha ido tomando el pulso a la literatura de esta región: recogió textos de los autores más importantes del pasado, enriquecidos con los de aquellos que alcanzaron relevancia cuando el libro era publicado y, más aún, incluía a autores iniciáticos, quienes empezaban a construir su obra. Poner en valor la larga tradición literaria con la actualidad e, incluso, el futuro, por incierto que sea, ha hecho de Literatura de Junín un libro influyente. Y por exagerado que parezca, estar en él significa para un literato existir como tal.
Muchos autores que en ediciones anteriores eran presentados como promisorios, hoy son reputados escritores, cuyos libros son de consulta obligada al vincularlos con la literatura de Junín. Es el caso, entre estos últimos, de Edgardo Rivera Martínez, Laura Riesco o Carlos Villanes Cairo, quienes aparecían entonces junto a autores ya consagrados, como Eleodoro Vargas Vicuña, Juan Parra del Riego o Serafín Delmar. Recientemente María Teresa Zúñiga o Sandro Bossio, dos de los más interesantes autores de la actualidad local, eran antologados en calidad de autores prometedores. Por eso este libro nos dará una panorámica de lo que fue, es y será la literatura de esta parte del país.
El libro ha sido dividido en varios bloques, antecedidos por un profundo ensayo que hace un recuento analítico de las decenas de autore s que, muy a su modo —y unos en mayor medida que otros—, han contribuido con la gestación de la literatura de Junín. Isabel Córdova agrupa en un solo volumen una obra dispersa, muchas veces desconocida aunque valiosa. Visto como un todo, constituye un bloque fuerte, cuya identificación común —lo juninense— ya puede difundirse para contribuir con la cultura, y mucho más, con la literatura del Perú.
* Extracto del texto leído durante la presentación de Literatura de Junín en la Feria del Libro Zona Huancayo.